La química del amor

Cuando nos enamoramos estamos más guapos, somos más felices y el mundo nos parece más bonito. Y es que ese gran sentimiento, el amor, es una de las sensaciones más maravillosas del mundo. ¿Quién no se ha enamorado alguna vez? Sus síntomas son inconfundibles: nudo en el estómago, felicidad, insomnio, falta de apetito, pulso acelerado ante la visión del amante… Pero, ¿tenemos tan claro por qué nos enamoramos? Se trata, simplemente, de una cuestión química.

Los que se aferraban a la idea de las flechas de Cupido y la visión romántica del amor, deben saber que éste no es otra cosa que bioquímica. ¡Una simple explosión de hormonas! El enamoramiento provoca que un entramado de reacciones químicas se activen y aparezcan los comportamientos propios del amor. De este modo es como miles de neuronas mandan descargas eléctricas al cerebro que desatan la expulsión de hormonas, las cuales mantienen a flote la pasión, la fidelidad o el enamoramiento.

Una de las primeras hormonas que segregamos cuando nos enamoramos es la feniltelitamina, (familia de las anfetaminas) que es responsable de la pasión, la euforia y la ceguera – cuando pensamos que esa otra persona es perfecta – propia del amor. La norepinefrina y la serotonina son las que hacen que nos acelerare el corazón ante el ser amado.

La dopamina es la hormona del placer y la recompensa. Ésta está presente al inicio de las relaciones y es la que provoca el impulso sexual. Se segrega a través del orgasmo y nos proporciona sensación de felicidad.

Pero al cabo de los meses el cuerpo deja de segregar dopamina, ya que no puede asumirla en grandes cantidades y es cuando aparece la oxitocina, también llamada la hormona del amor. Ésta es la responsable de la monogamia y es parte esencial de la concepción (se segrega durante el orgasmo, el embarazo y el parto) y estrecha lazos entre la pareja o entre las mamás y sus recién nacidos. Aquellos animales que más oxitocina segregan son monógamos, mientras que los que menos, polígamos.

Por suerte o por desgracia, estas reacciones químicas son adictivas, y por eso cuando nos abandonan y dejamos de segregarlas, tenemos síndrome de abstinencia, como con las drogas – de ahí el fuerte dolor y la tristeza tras una ruptura sentimental.

Fuente: http://sky7rtv.wordpress.com/2010/10/03/tema-de-la-semana-la-esperanza/

Por eso tantas veces recaemos en relaciones que son tóxicas y que sabemos con toda nuestra consciencia que no podemos realizar una buena vida con ellas. Es a nivel hormonal que cogemos el teléfono y aunque ya habíamos roto la noche anterior volvemos a re-hacer el vínculo. Ahora es el momento de saber quienes somos y de buscar con cuidado la el compañero más óptimo para este momento de nuestras vidas. La Ascensión nos da la oportunidad de tener pareja y de aceptar lo más óptimo y elevado en nuestras relaciones.

Atreverse a merecer es un reto.

Anímate, a abrir el  corazón, te lo mereces todo. Y ahora es el momento adecuado. Si a la oxitocina si queremos que nuestra pareja nos sea fiel.

Fuente: Mariposa

Esta entrada fue publicada en Optimizando la pareja. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta