Muchas veces nos quedamos trabados por los nudos pasados.
Es como que vayamos a donde vayamos, estamos trayendo los traumas que una vez elegimos tener.
Si tuvimos un trauma en nuestra niñez, nos ponemos a darle mucho amor y mucha paz y ahora adoptamos la actitud de un niño, niña, sonreír y sonreír y mirar la vida con dulzura.
No podemos estar siempre recordando, a mi me hicieron esto, a mi me hicieron lo otro.
Eso hace que la vida sea muy dura y que todos los personajes estén repitiendose todo el tiempo. Sin solución. Es como que la solución no sale al exigir siempre estar en el mismo lugar.
Fuente: Una hermosa niña y Mariposa