Hace muchos años una consteladora me dijo que las mujeres de mi familia se habían hecho tan fuertes que yo necesitaba poner un pene en el altar y honrarlo.
Luego en un curso de Risoterapia en Jugar y Crecer en Madrid me salió un pene enorme de unos 25 cm.
Lo he estado honrando durante varios años.
Últimamente he hecho muchas sanaciones y decidí hoy entregarlo al mar.
Fui a un lugar que era una especie de punta donde a veces entraba el mar por la izquierda y otras por la derecha.
Pensé que bueno por fin hay equilibrio entre mi hombre interno y mi mujer interna.
Cuando lo puse en un lugar estratégico, las olas empezaron a diluirlo y fue muy gracioso, por al final parecía una mujer de rodillas sin quererse levantar con el beneficio de la víctima.
Sentí que si nos damos cuenta el perpetrador y la víctima van en el mismo paquete en el sexo.
Pongo las dos imágenes porque siento que esto es muy revelador.
Si somos victimizados, luego perpetramos, para equilibrar.
Nada de esto es real, pero es lo que hay.
Como han habido tantas luchas entre hombres y mujeres a lo largo de la historia que ahora por fin queremos tener paz entre los hombres y las mujeres.
No más luchas, no más dolor, no mas perpetración y no más victimización.
Ahora ya somos iguales y ya estamos en igualdad.
Fuente: Mariposa
Una amiga hizo esta imagen para mi. Donde parece que la mujer se queda sin brazos y tiene una corona. La verdad que se siente que está totalmente de rodillas y sin ninguna intención de levantarse…