Pido, que la gracia de la sabiduría me guíe en mi camino.
Que pueda responder sabiamente a los desafíos y problemas que la vida me presenta, más allá del miedo y de la hostilidad.
Que mi alma tenga resistencia para asimilar la gracia de la sabiduría, de modo que todos mis actos estén al servicio de la paz.
Sabiendo, lo que ahora sé, que todo lo que siento, pienso, digo y hago influye en el bienestar de la vida en su conjunto.
Fuente: Caroline Myss (a través de Ana Lidia de Centro de Estudios Canarios)