Recibir y dar

Siempre se le da énfasis al dar, pero también es importante saber
recibir. Sin esta capacidad, el círculo del Amor quedaría incompleto,
pues dar y recibir son las dos caras de una misma moneda.

Si alguien nos hace un favor o nos da un regalo valioso, podemos caer
en el miedo a sentirnos en deuda. Entonces en lugar de recibir de
corazón abierto, acabamos sintiéndonos incómodos y preocupados por
poder retribuirle.

Pero en muchas ocasiones lo único que se nos pide es recibir, y al
hacerlo ya estamos dando: le estamos dando al otro la oportunidad de
hacer algo por nosotros.

Pedir es otro aspecto de la capacidad de recibir. Decir de un modo
directo y claro lo que queremos o necesitamos es estar dispuesto a
recibir del otro, de la vida o del universo. Pero en lugar de pedir
sin dudas y temores, en muchas ocasiones nos quejamos de la falta de
ayuda y apoyo. Sin embargo, los demás no pueden ni deben adivinar lo
que necesitamos; es nuestra responsabilidad comunicarlo.

Detrás de la incapacidad de recibir puede estar escondida la falta de
merecimiento: en lo más hondo sentimos que no merecemos ser tenidos en
cuenta, no merecemos ocupar el lugar que nos corresponde, y que es
sólo dando que recibiremos atención y afecto.

Para sentirse merecedor es importante amarse a uno mismo,
incondicionalmente. Y es esencial comprender que no merecemos recibir
por lo que damos o hacemos. En realidad todos nos merecemos lo mejor
de la vida por lo que somos: seres de pura luz, Amor y bondad, aún
cuando nos cueste reconocerlo.

Para sanar este patrón puedes mirarte a los ojos en el espejo y con
Amor y convicción afirmar en voz alta: “Yo merezco”. Verás qué íntegro
te sientes. Pero si no te lo crees, o te sientes triste y te dan ganas
de llorar, hazlo. Expresa esa emoción, y mientras lo hagas quizás te
vengan recuerdos de aquellas situaciones en las cuales te inculcaron
que no mereces. Pueden ser episodios de Tu infancia, o más recientes…
Es igual, al liberar la emoción y la creencia, te estás sanando a ti
mismo.

Otra práctica importante es que te atrevas a pedir. Comienza con las
personas con las cuales sientes confianza. Pídeles ayuda en tus tareas
diarias, pide consejo a algún amigo, pide lo que sea que necesites, y
hazlo sin miedo ni culpa. Te sorprenderás al ver cuánta gente está
dispuesta a darte, si lo permites.

Tú eres valioso e importante, tú ocupas un lugar irremplazable en el
universo. De no ser así, no estarías aquí, en este mundo, y no
estarías leyendo este texto…

Esta entrada fue publicada en Elige de nuevo. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta