Sanando el muro entre nosotros y el amor de los padres.

En nuestra sociedad actual desde la perspectiva de mi visión como sistemas que somos, siento que uno de los retos más grandes que nos sentimos es que muchos de nosotros nos sentimos con una gran sensación de fracaso por no alcanzar el amor de neutros padres.

Hoy una compañera de Tenerife que vive en las Palmas Elivira Alvarez <maryerbaira@yahoo.es>,  me ha hecho una constelación que me ha parecido milagrosa por eso la quiero compartir en esta página.

La intención que yo tenía era de triunfar totalmente en la vida, que me sentía sin el triunfo que de verdad podría tener.

Entonces Elvira me dijo que lo que estaba pidiendo venía de más atrás.

Sentí a la niña que se sentía fracasada porque no había podido conseguir el amor de sus padres y que todavía lo estaba buscando.

No a la adulta. La adulta ha hecho un trabajo de sanación grande, pero la niña lloraba triste porque sentía que había  sido un fracaso por no poder conseguir el amor de sus progenitores.

Entonces colocamos el fracaso de no conseguir el amor de mis progenitores en el campo de cara a la pared en contra de nosotras.

La representante nos dijo que ella no era un fracaso, ni se sentía como tal. Que ella era un muro y se sentía una pared que era imposible de traspasar.

Se le preguntó a la representante si estaba dispuesta a ver, dijo que si.

Entonces se le preguntó a las dos personas que estaban allí, quien quería ser la libertad de ver lo que pasaba detrás del muro?

Salió uno y yo había pensado en el otro. Por tanto expresé el sentimiento de que escogemos a uno y pensamos en otro.

Elvira los sacó a los dos: uno era la libertad y el otro era lo que aprisionaba a la libertad. El último se quedó fijo mirando al suelo. Y Elvira puso a un representante para el fallecido que estaba en el suelo. El de la libertad lo estaba mirando y la representante del muro decidió interesarse por el fallecido.

En estos momentos yo, la que había pedido la constelación, me sentí que yo era una antepasada y me metí en la escena sintiendo que yo no había cuidado bien al hijo que yacía muerto en el suelo y que yo había matado a mi otra hija.

Fue un momento muy bonito. El del suelo quería que lo miraran. La niña sentía amor por mi, a pesar de que yo le había quitado la vida. Fue maravilloso. Porque comprendí millones de cosas al mismo tiempo. Y la perspectiva cambió para todos los presentes.

Ahí todos los que estábamos sentimos que el motivo por el que los padres y los hijos no están recibiendo el testigo del amor, es porque fue tan doloroso lo que pasó en un momento del pasado que  para no recordarlo se cubrió con un gran muro. Este es el muro de la insatisfacción de la transmisión del amor entre padres e hijos.

Al final  todos los que estábamos allí sentíamos más ligero y más amor por nuestros padres y ahora comprendíamos porque no habíamos recibido lo que estábamos buscando en el pasado.

Fue maravilloso. Para mi una de las mejores constelaciones de mi vida.

Fuente: Constelaciones de Elvira escritas por Mariposa.

 

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