Elijo experimentar la unión coexistiendo con la separación de Dios en el punto cero de la totalidad de las posibilidades.

Ahora todos disfrutamos juntos de la materialización de todas las bendiciones en nuestra vida.

Elijo sentir que soy reconocido por los demas sin estar maltratado por la vida.

Soy reconocido por los demás sin mostrar la muerte constantemente.

Soy la Perfección del Hijo de Dios porque vivo sin sufrir.

Solucionamos nuestra herencia  sin robos a escondidas.

Concluimos la repartición de nuestra herencia sin robos a escondidas.

Elegimos concluir nuestro camino de dolor con todas las resistencias en el punto cero de la totalidad de las posibilidades.

Todo lo que me ha pasado en mi vida ha sido mi propia petición. Mi familia me ha ayudado a volver a estar en contacto con mi Ser.Ya estoy otra vez conmigo y con mi inocencia.

Tomo mis resistencias dentro de la totalidad de mis posibilidades: mis mecanismos de autodestrucción, mis mecanismos para interpretar situaciones para generar dolor, mi necesidad de sufrir por algún lugar, mi necesidad de ser víctima y de ser condenada eternamente, mi falta de honradez ante la vida, mis necesidades de recibir amor solo con el dolor.

Elijo experimentar la unión coexistiendo con la separación de Dios en el punto cero de la totalidad de las posibilidades.

Los opuestos coexisten.

Elijo estar y elijo el Ser coexistiendo con mi personaje que solo desea vivir en los dramas.

Elijo actuar en mi propio bienestar sin esperar que mis padres me lo hagan todo.

Elijo disfrutar de mi riqueza y de mi abundancia con mis resistencias a ellas desde la perspectiva del Creador y de la forma más óptima y elevada.

Elegimos estar en la expansión  del amor, junto a nuestras resistencias en el punto cero de la totalidad de las posibilidades.

Soltamos el continuo pendular entre el bien y el mal.

Ahora incluimos lo no incluido.

El mundo entero está dentro de mi. Por tanto hay una coexistencia de todas las posibilidades buenas y malas.

El marido de Kishori Aird en “El Adn y la elección cuántica” decía que cuando llegó al disfrute máximo en un kayac en el río decidió elegir unir esa sensación al hambre en el mundo. Todo estaba coexistiendo en el punto cero de la totalidad de las posibilidades.

Se trata de una nueva decisión cuántica.

Fuente: Dos sesiones con Beatriz L. Fernández Cardoner

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