Honramos nuestro hermoso linaje femenino.

La vida siguió adelante.

Con todo lo que ha pasado en los primeros tiempos.

Y sobrevivimos a tanto pasado tortuoso. Aquí estamos todas juntas en un nuevo camino de amor.

A lo largo de la historia, las mujeres nos hemos separado de nuestro poder muchas veces.

Ya llegó el momento de recordar y de honrar nuestro poder y nuestra sabiduría ancestral.

Cuando queremos sanar algo tenemos que verlo más de lejos, no tan de cerca.

Lo digo porque ante un hecho  tan repetitivo en la historia familiar de todos,  vi una nueva imagen:

La imagen era que desde que nos separamos de Dios, hay una gran caravana de acontecimientos a lo largo de toda la historia del tiempo.
Ahora es el momento de no mirar tan de cerca esos momentos del pasado.

Desde que vinimos al sueño nos creemos que hemos “pecado” (que no es real y  el pecado nunca ha existido) y aparentemente tenemos que limpiar  desde las cavernas, hasta esta vida.

Podemos elegir ver con perdón el pasado, no importa si eras una  esclava prostituta  en Egipto, o si mataste a tus hijos en la Edad Media: Hay que perdonar, sea lo que sea eres inocente.

Es como que en vez de acercarnos con nuestras alas poderosas de águilas a lo que hemos creado en el pasado (tanto en esta vida, como en vidas paralelas, presentes, pasadas y futuras)

Tenemos que mirarlo de lejos y ver y sentir sólo nuestra inocencia.
No nos podemos ver tan involucrados en el dolor,  (que tampoco es real) sino en el amor que si es real.
La caravana del dolor que hemos vivido durante tanto tiempo tiene que ser mirada con perdón por haberla proyectado y con amor  por haberla soñado.
Si miramos  a esa caravana, la vemos con respeto y con apreciación del pasado y de lo que ha pasado.
Sin buscar nada para sanar.
Sabiendo que nunca cometimos un error y nunca nos hemos separado de Dios.

 

Honrar a nuestro hermoso linaje femenino.

Gracias queridas ancestras por haber estado ahí para todas las generaciones venideras.

Muchas gracias desde el corazón.

Gracias tía abuela Clara, gracias abuela Quiteria, María, Josefina, y todas las demás que no salieron en la foto.  Gracias a todas os llevo en mi corazón.

Mis maravillosas antepasadasNuestras madres cada vez han hecho algo hermoso por nosotras.

En el pasado no se reconocía la mujer.

Ahora nosotras mismas nos podemos reconocer.

Ahora es el momento de sentirnos vistas.

Somos las princesas de papá y las hermosas hijas de nuestras madres.

-Cuando eres una primogénita en la familia y los papás siempre esperan un varón:

¿Cómo haces para vivir?

Vivimos siendo chicos, para satisfacer los deseos  de nuestros padres.

¿Cuándo fue que no te sentiste reconocida-o o amada-o?

¿Cuantos años tenías?

¿Qué cualidades tenía tu niña-o en aquellos tiempos?

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A lo mejor tus cualidades eran ingenuidad, alegría, felicidad, fuerza, valentía.

A lo mejor en la familia era peligroso ser feliz y nosotros-as  a veces ocultábamos la felicidad.

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A lo mejor,  si podemos ser felices ya, ahora si se nos da permiso para ser feliz.

 Nuestra madre con nosotros rompió el patrón de los antepasados. Ella nos dio más de lo que recibió.

Ella nos dio todo lo que pedimos.

Ahora sabiendo que mi madre me dio más de lo que me creí que me había dado, puedo tratarme con más amor.

Mamá, te ofrezco todas mis separaciones y  mis divorcios.

Yo te los ofrezco a ti.

Yo soy libre para ti y para todas mis antepasadas.

Ahora somos libres, si no estamos a gusto con un hombre nos permitimos marcharnos.

Por fin hemos dejado el yugo de la esclavitud.

 

Gracias a ti mamá y gracias queridas  antepasadas, ahora tengo alas y puedo ser libre.

Gracias mis queridas tías, abuelas, bisabuelas… antepasadas, por fin somos libres todas juntas.

Me permito brillar con ustedes.

Soy inocente.

Somos inocentes.

Ahora si podemos

Tomo en vuestro nombre con amor, lo que la vida me da.

Me respeto y me apruebo.

Me doy espacio, gracias a vosotras y me permito tratarme con amor.

Me trato con amor al organizarme y priorizar en mis objetivos diarios.

 

En mi familia, gracias  a mi madre y a mis antepasadas ahora se reconoce a la mujer.

Soy primogénita y está bien que sea una mujer.

Los hombres y las mujeres ahora ya estamos en paz, en equilibrio.

Cuando la mujere está completa es mejor para encontrar un hombre completo.

Cuando el hombre está completo es mejor para encontrar una mujer completa.

Los hombres y las mujeres ya estamos completos en los dos lados.

 

Fuente: Sesión  con Carlota López-Peredo Martínez   y Mariposa

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