La realidad verdadera de la carne

1. EL ESTÚPIDO MITO DE LAS PROTEÍNAS.

Muchas veces la mención del vegetarianismo provoca una reacción fácil
de predecir:

¨¿Y de dónde obtendremos las proteínas?¨.

Ante esta pregunta, el vegetariano podría contestar: ¨:

“¿Y de dónde las obtienen el elefante, el gorila, el toro y el rinoceronte?¨.
(Hay animales mas fuertes en la naturaleza?).

Ambas ideas,
la de que la carne tiene el monopolio de las proteínas y la de que se
necesitan grandes cantidades de proteína para tener fuerza y energía,
son mitos.

Al ser digeridas,
la mayoría de las proteínas se disgregan o descomponen en sus
aminoácidos constituyentes,
los cuales son reconvertidos y usados por el cuerpo para el
crecimiento y reemplazo de tejidos.

De estos veintidos aminoácidos, todos, a excepción de ocho,
son sintetizados por el cuerpo mismo, y esos ocho aminoácidos
esenciales existen en abundancia en alimentos que no son precisamente
la carne.

La quinoa, considerada la semilla sagrada de los incas,
y que actualmente podemos encontrar en cualquier herbolario,
tiene los 20 aminoacidos esenciales,
sin grasa alguna, es pura energia.

En la Red se pueden encontrar todo tipo de Recetarios y Sociedades Vegetarianas,
que os pueden orientar para alimentaros de una forma nutritiva, sana y ética.

Productos sanos de consumo diario tales como los granos y cereales,
las legumbres y los frutos secos, son todas fuentes concentradas de proteínas.

Los cacahuetes y las lentejas contienen más proteínas por kilogramo
que una hamburguesa de carne animal.

La dieta ovo-lacteo vegetariana,
con su aporte de proteina animal sana,
y que no conlleva crueldad con los animales,
suple tambien convenientemente el aporte proteínico necesario.

Otros numerosos estudios científicos han demostrado que una dieta
vegetariana adecuada proporciona más energía nutritiva que la carne.

Aún es más, un estudio realizado por el Dr. J. Lotekyo y V. Kipani de
la Universidad de Bruselas,
demostró que los vegetarianos son capaces de ejecutar pruebas fisicas
dos o tres veces más prolongadas que los comedores de carne antes de
agotarse,
y que se recuperaban de la fatiga en un lapso de tiempo equivalente a
la quinta parte del tiempo necesitado por los comedores de carne.

Ello es extensible también a la vida sexual.

Por ejemplo, está comprobado estadísticamente que los hombres
vegetarianos sufren la andropausia a edades mucho más tardías que los
carnívoros,
y que entre ellos se producen menos casos de disfunción eréctil,
tumores de próstata y texticulos.

2. CÓMO PERJUDICA LA CARNE AL CORAZÓN HUMANO:

La incapacidad del cuerpo humano para tratar un exceso de grasa animal
en la dieta es otro indicativo de lo antinatural de comer carne.

Los animales carnívoros pueden metabolizar cantidades casi ilimitadas
de colesterol y grasas sin sufrir efectos adversos.

En estudios de campo efectuados con perros,
se les agregó hasta ¼kg de manteca en su dieta diaria durante un
periodo de dos años,
sin producir por ello absolutamente ningún cambio en su nivel de
colesterol sanguíneo.

Por el contrario, las especies vegetarianas tienen una capacidad muy
limitada para tratar con cualquier nivel de colesterol o grasas
saturadas más allá de la cantidad que el cuerpo requiere.

Cuando se es consumidor de carne,
al cabo del tiempo en las paredes internas de las arterias se acumulan
depósitos grasos (placas llamadas ateromas),
lo cual produce una condición que se conoce como arterioesclerosis, es
decir, endurecimiento de las arterias.

Debido a que los depósitos o placas estrechan el flujo sanguíneo hacia
el corazón,
la posibilidad de ataques cardiacos, apoplejías o trombosis, aumentan
enormemente.

Estos descubrimientos son apoyados por el informe de la Sociedad
Norteamericana del Corazón, que afirma:

¨En estudios documentados sobre la población utilizando métodos
normales de dieta y evaluación de las enfermedades…
la evidencia sugiere que un factor esencial para la elevada incidencia
de padecimientos coronarios,
lo constituye una dieta carnívora que siempre conlleva las grasas
altamente saturadas¨.

3. QUÉ ES Y QUÉ CONTIENE REALMENTE LA CARNE.

Los alimentos vivos son los que mantienen los principios activos;
por ejemplo, las semillas mantienen sus potencias energéticas y
germinativas durante cientos de años.

Las carnes, pescados y mariscos son alimentos muertos,
que con toda propiedad podemos llamar CADÁVERES, con el consiguiente
proceso de PUTREFACCIÓN.

Consumir naturaleza muerta significa ingerir alimentos cuyas vitaminas
se han alterado ó destruido,
y contienen SIEMPRE fuertes tóxicos.

Un trozo de carne es tan sólo un pedazo de cadáver,
y su putrefacción crea desechos venenosos dentro del cuerpo.

En las carnes (peces, mariscos, vaca, cerdo, cordero, conejo, pollo y
aves en general),
se encuentran presentes otras numerosas sustancias químicas muy dañinas,
las cuales los consumidores por lo general ignoran.

Los animales son mantenidos vivos y engordados mediante la continua
administración de tranquilizantes,
antibióticos y cientos de drogas diferentes, QUE PASAN AL ORGANISMO
HUMANO EN SU TOTALIDAD.

El nitrato de sodio y el nitrito de sodio,
usados como preservantes para retardar la putrefacción de las carnes
crudas y de los derivados como el jamón, el tocino y las salchichas,
son altamente peligrosos para la salud.

El nitrato y el nitrito de sodio se usan para maquillar la carne
dándole una apariencia sonrosada,
ya que dichas sustancias químicas reaccionan con los pigmentos de la
carne y los músculos.

Sin ellos, el color natural MARRÓN-GRISÁCEO de la carne muerta
desanimaría bastante al comprador,
y le produciría repugnancia el comerla.

Los que tienen la desdicha de comer carne aún, en cada kilo compran
mucha agua sucia.

Adicionalmente, si el animal sufre al morir,
cosa que en los mataderos sucede  siempre,
segrega adrenalina tóxica que pasa al hombre cuando ingiere su cadáver.

LA CARNE CONTIENE UNOS CINCO MILLONES DE BACTERIAS DE PUTREFACCIÓN POR GRAMO.

EL AGUA QUE CONTUVIESE LA MILÉSIMA PARTE DE ESA CANTIDAD, SERÍA
RECHAZADA POR NO-POTABLE.

Al microscopio,
cada bocado está rebosante de microorganismos idénticos a los hallados
en una rata muerta o en una carroña sin vida.

Debido a las terribles condiciones de acorralamiento y aglomeración a
que los pobres animales son sometidos por parte de la despiadada
industria carnicera,
tienen que usarse vastas cantidades de antibióticos,
creando bacterias resistentes,
las cuales pasan a quienes consumen la carne.

La prestigiosa “Sociedad para la Investigacion de las Alergias” en el
Reino Unido,
en su informe Anual dice:

” Se ha comprobado la relación directa entre el consumo de carnes y
pescados en la población británica,
y el aumento de todo tipo de procesos alergicos,
principalmente respiratorios, piel y tejidos blandos en general,
en un estudio comparativo con consumidores ovo-lacteo-vegetarianos,
en los que practicamente no aparece la alergia,
salvo la considerada congénita.”

Cuando luego estas personas necesitan usar contra una infección
dificil, los antibióticos,
éstos no le hacen el efecto esperado y necesario,
pues han desarrollado lo que en medicina se llama “el factor R”,
es decir, con el consumo habitual de carnes se han hecho resistentes
sus cuerpos a los antibioticos,
y confunden continuamente a su sistema inmune,
que en muchos casos se “auto-ataca” a si mismo,
produciendo toda clase de procesos de reumatismos y fibromialgias precoces.

La carne es a menudo portadora de enfermedades de los propios animales.

Apretujados en condiciones antihigiénicas,
alimentados a la fuerza (todos los llamados “foies”),
e inhumanamente tratados,
los animales destinados al matadero contraen muchas enfermedades que
afectan a nuestro sistema inmune,
fundamentalmente tumores malignos,
que nuestros antepasados no conocian, pues la mayoria comian carne una
vez por semana,
y ésta no procedía de mataderos industriales,
ni estaba contaminada por aditivos, hormonas, antibioticos…etc, como
ocurre hoy en dia.

Los inspectores “sanitarios” detectan aquellas que son inaceptables,
pero debido a las presiones de parte de la industria y a la falta de
tiempo suficiente para realizar exámenes minuciosos,
mucho de lo que sucede es más insalubre de lo que en su inconsciencia
el consumidor de cadáveres puede llegar a imaginarse las escasas veces
que se digna a pensar en ello.

El informe que la Sociedad Americana del Cancer emitió en su Boletin
Anual del 2010,  es definitorio:

“ES NECESARIO ADMITIR, QUE LA RELACION ENTRE EL CONSUMO DE CARNES Y
LOS TUMORES MALIGNOS,
ES DIRECTO Y CONCLUYENTE, INCLUSO EXTENSIVO AL CONSUMO DE GRANDES PECES,
SIENDO LA DIETA OVO-LACTEO-VEGETARIANA LA OPCION IDONEA, PARA AQUELLOS
QUE DESEEN MANTENER SU SALUD INTACTA POR LARGO TIEMPO…”.

Es mejor purgar la conciencia con la más amarga verdad,
que envenenarla con las más dulces mentiras.

Fuente: (Publicado 21st December 2011 por el blog ASHRAM ARUNACHALA)

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