Querido Manuel quería reconocer tu Ser públicamente.
Tú eres uno de los canales más puros, limpios y directos conectados con la Divinidad que he conocido a lo largo de toda mi vida en este planeta Tierra.
Personalmente siento que he hecho un trabajo muy bello y abundante caminando con tu acompañamiento incluso, desde antes de conocerte.
Guí, compañero de Renacimiento hablaba tantos milagros de ti, que mi corazón dijo que tenía que conocer a ese hombre extraordinario personalmente.
Cuando te vi, sentí que nos conocíamos de eones.
Tu conocimiento y tu sabiduría me han hecho cambiar muchos sentimientos y pensamientos erróneos ya que entre otros dones, tienes el de ser un gran destructor de conceptos egóticos.
Otro de los infinitos dones que tienes es que cuando acoges a alguien es como si Dios mismo abriera el corazón para esa persona.
A lo largo de estos años me has llamado cada vez que dudaba, o que elegía sufrir. Es como que tienes los canales abiertos para poner paz en la aridez del camino que los hombres transitan sin esperanza.
Yo que nunca jamás me he doblegado ante nadie públicamente, sin embargo algo inédito pasó la primera vez que te conocí cuando viniste a Tenerife a dar uno de tus cursos.
Sin saber porqué, ni para qué mi alma me pidió que me postrara ante tu persona.
Para mi esto es muy raro. Yo soy una persona que siento que ahora en la Era de Acuario, no hay maestros y que cada ser es su propio Maestro Interno. Siento que los Maestros son entrenadores.
En cambio aquel día me postré ante ti, me voté al suelo al estilo de los orientales ante todos, sin saber porqué ni para qué lo hacía.
Con el tiempo he ido entendiendo el motivo por el que mi alma se postraba ante tu Ser. Fue en reconocimiento al agradecimiento por el avance que me habías dado en las vidas pasadas que hemos vivido juntos y en agradecimiento al futuro que iba a poder realizar al encontrarte de nuevo y reconocer Quien eras.
Muchas felicidades por tu nuevo libro. Al leer algunos párrafos he llorado como una loca. Siento que lo has co-creado es tan sanador que con sólo leerlo, se curan antiguas heridas del alma.
Gracias hermano, por hacer que nos sanemos y que nuestro ser alcanze el nivel de brillantez y júbilo que estamos destinados a alcanzar por ser los santos, puros e inocentes Hijos de Dios.
Sólo un Hijo que ya sabe que lo es, nos lo puede transmitir, como tú lo haces.
Gracias por tu dedicación al cambio de Era al difundir El Curso de Milagros en las Palmas de Gran Canaria y en cualquier lugar que se te pida que vayas para beneficio de la humanidad.
Desde mi página web me pongo a tu disposición para cualquier cosa que necesites.
Honro a tu isla Gran Canaria y a todos los que te precedieron porque gracias a ellos tú eres el Hijo de Dios hermoso, santo y puro, con todos los talentos y dones activados.
Su web http://www.manuelguadalupefernandez.com/n/
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=NLdr8k50YQM[/youtube]
Fuente Mariposa.