Desplegando nuestras hermosas alas

Siempre estamos encogiéndonos, para que no nos vean y no sientan que somos seres prodigiosos. Para que los demás no nos teman y no nos envidien, dejamos de hacer muchas proyectos que nos encantan.

Atrevámonos a desplegar nuestras alas.  En vez de potenciar lo negativo, potenciemos nuestro lado positivo.

Sanemos las creencias que nos impidan disfrutar de nuestro despliegue total de alas.

¿Qué le gusta hacer a tu niño interno? Cuando te levantas por la mañana: ¿lo tienes presente? ¿tienes un día maravilloso ante ti o tienes un día lleno de obligaciones y compromisos que te aburren?

Cuanto más participemos en lo que le gusta a nuestro niño interno, más grande se nos va a hacer nuestra capacidad de disfrutar la vida.  Somos los hijos de la vida y la vida quiere expandirse y quiere brillar.

Busca en tu corazón, que le gustaba hacer a tu niño.

Eso le va a gustar mucho ahora también.

Recuerda. ¿pintar? ¿subirte a los árboles? ¿bañarte en el mar?

Atrévete a montarte en telesférico de la Vida. Eso es maravilloso y esa es tu misión.

¿Cuanta gente se aproxima a mi y me dice: cual es mi misión?

Tu misión es sólo ser feliz. Cuanto más feliz seas mejor para todos.

Tu l niño interno es el que está al cargo de nuestra conexión con la Fuente. Si haces lo que el niño quiere tu felicidad está asegurada.

Nos conectamos al Cielo y a la Tierra para ser los “Verdaderos” Hijos de la Vida que somos.

Vuela alto mariposa, que estás ocultando tus hermosas alas para que los otros no sientan miedo de ti. Cuando en realidad todos somos mariposas y todos tenemos unas alas preciosas para volar y ser lo que realmente somos.

Fuente Mariposa

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