Mi primer cuento: Bolita de Luz, la exploradora galáctica

Bolita de luz, la exploradora galáctica

En un planeta muy lejano del tiempo y del espacio, vivían muchas Bolitas de luz, dándose luz y Amor unas a otras. Amor era el programa donde todos se movían. Los Programas eran las formas en que cada ser quería vivir.

Cuando estaban tristes usaban el programa de estar triste.

Si estaban contentos, el de estar contento. Programa sólo era una forma de comportarse pero lo hacían con toda la intención.

Esta Bolita de luz les decía a sus amiguitos, que había algo superior muy luminoso que daba paz a todos los seres.

Todas las bolitas de luz sabían que era cierto pero no sabían como se decía en palabras bonitas.

Al parecer todos sentían que estaban unidos a la consciencia colectiva de su planeta y llevaban la historia del mismo en su esencia de luz.

Aún así había una que se aburría mucho y quería explorar otros mundos, estaba cansada de que todo fuera igual y sin creatividad y se lanzó en su nave espacial a recorrer el infinito.

Bolita de Luz recordada que en la escuela de Bolitas de Luz se estudiaba todas las galaxias más luminosas del Multiverso, entre ellas había una galaxia que siempre le había resultado muy familiar. Era muy lejana, más allá del Universo conocido y aún más allá de lo que vemos ahora mismo, estaba en un conjunto de estrellas  llamado Vía Láctea, decían así porque su aspecto era como si tuvieran leche en el cielo. En la Escuela  ella había aprendido  que  Leche en ese planeta era  una sustancia líquida que segregan unos animales los mamíferos para dar de comer a sus crías. Había en aquel planeta muchos  tipos  de animales o seres que podían vivir autónomamente una de las diferenciaciones que aprendió en la escuela era la de los de los huevos ovíparos. Ese fue un nombre que le costaba recordar mucho a Bolita de Luz. Los mamíferos era más fácil.

La estrella central de esta galaxia era conocida como Sol. El sol era el que hacía que todo tuviera movimiento, luz y calor.  El sol daba vueltas en elipse alrededor de Gaia o Azul.

Este planeta Azul  fue elegido por Bolita de Luz, porque tenía tres cuartas partes de agua. En aquel planeta el agua era la fuente de vida. Es una sustancia muy valiosa que trasporta sentimientos y valores. Uno de los habitantes del Planeta Azul lo había descubierto. Se llamaba Emaru Emoto y publicó un libro con la imágenes del agua para que todos supieran la importancia del pensamiento.

Muchos animales que tenían pensamiento en  Azul, creían que el Universo estaba fuera. No sabían nada de que el Universo lo creaban ellos con sus pensamientos. Por eso a Bolita de Luz le gustó tanto ese planeta. Quería hablar con los habitantes y explicarles que ellos podían programar una Vida fácil y divertida, si tomaban los Programas adecuados, cambiando sus creencias anteriores. Muy fácil ¿Cómo es que tan pocos lo hacen?

Desde el espacio externo el planeta era muy bonito y había satélites que mandaban información a sus habitantes por encima de las nubes.

Los habitantes de este planeta se llamaban a sí mismo humanos. Vivían en el Paraíso, pero tenían el reto de que se habían olvidado todos que donde vivían era el Paraíso. No se acordaban.

Tenían todo lo que querían y comían de los productos de la tierra. Se desarrollaban en paz y en armonía.

Aquí es donde aterrizó Bolita de Luz.

Bolita buscó  para ampliar la información que recibió en la Escuela, para ver que había pasado en la historia de los animales pensantes en los Registros Akásicos, que es donde está contenida toda la historia de la humanidad para saber un poco de la historia de Azul.

Lo primero que encontró es que hace muchos milenios de años llegaron otros visitantes del espacio exterior fueron razas  que crearon monumentos fantásticos distribuidos por todo el Planeta. Algunos de estos lugares eran: Egipto, Perú, Glastonbury, incluso se hablaba de la Atlántida, que supuestamente era un continente hundido.

También se había elegido perder la tecnología de la libre energía. Había habido a lo largo de la historia seres que la redescubrieron pero los hacían desaparecer después de haberles comprado las patentes.

Este hermoso planeta tenía una pirámide de clases. En la parte de arriba habían muy poquitos. El resto del planeta elegía trabajar para esta clase dominante. Y los animales pensantes, también llamados humanos, se olvidaron de pensar. El motivo era que estaban en un programa que no permitía que te salieras del programa y a todo el que lo descubriera, lo arrinconaban. El programa dominante era el de que se habían separado de Dios y por eso sentían que tenían que sufrir.

¡Qué complicados son los humanos! Es más difícil ser infeliz que feliz.

El motivo es que este sueño hacía que todos estuvieran dormidos y que nadie podía despertar y si despertaba lo maltrataban. Platón un filósofo muy antiguo, decía que los prisioneros no se iban a poner contentos si los liberan de sus cadenas autoimpuestas.

En este hermoso planeta Azul, al principio vivieron conectados con la misma Fuente de donde procedía el poder Creador.

Pero un día decidieron separarse de la Fuente, ya que decidieron elegir una comida donde se iba a juzgar a todo ser entre el bien y el mal. Al principio todo era Uno y no había separación pero cuando esa idea loca surgió se quedaron  en el dolor.

Ya no se podía disfrutar del Paraíso, donde todo está bien y no hay que jugar a nada ni a nadie.

Por tanto la aparición de la dualidad hizo desaparecer la magia del Paraíso. La moral rompió las normas de la inocencia.

La creencia principal de este planeta era que estaban separados de Dios y que eran hijos del pecado, por ese motivo.  Pecado era una palabra griega, que significaba “No dar en el blanco”

Así cuando un niño nacía, fuera de la clase que fuera, ya estaba separado. Al sentirse separado de la naturaleza del lugar siempre se sentía excluido y siempre se sentía aislado.

Los padres hacían que los niños dejaran de ver las hadas y los gnomos que los acompañan por la tarde. Les decían que no eran ciertos. Así los niños que al principio eran dioses en Azul, empezaron a creer que lo que les decían sus mayores, los que les suministraban el alimento era cierto.

Así el pueblo del planeta Azul era un pueblo sometido al sufrimiento y a los pensamientos preestablecidos.

Había un planeta en vidas paralelas que se llamaba el de las figuras geométricas. Tenía mucha relación con Azul porque era como la forma en que conceptualmente las personas se sentían.

Si uno era un círculo era porque todo tenía que estar en conjunto armonioso. Si eras un paralelepípedo era que tenías un pensamiento más cuadrado, y las pirámides era de una estructura basada en la base y arriba el poder superior.

Todas y cada una de las figuras habían tomado decisiones anteriormente para ser los seres que eran, nadie los había obligado.

Principalmente había muchas esferas y muchos paralepípedos, también había pirámides y debajo de todo estaban los desprotegidos eran los círculos, las líneas y hasta los puntos tenían su importancia en todo el entramado de las figuras. Estos eran muy pobres y no tenían dinero para comprar sus alimentos. El sistema los usaba para causar pena en la gente y así sacarles el dinero.

Decían cosas como dadme dinero para estas pobres almas que y queremos comprarles comida. Las buenas figuras geométricas,  les daban dinero y luego no compraban nada. Les daban rastrojos y sacaban más fotografías. Cuanto más famélicos más dinero.

Lo que caracterizaba a este planeta de vidas paralelas con el Planeta Azul,  es que las figuras no tenían que estar contentas de lo que eran.

Si eras una pirámide, querías ser un círculo y si eras un cuadrado tenías ganas de ser una línea.

La disconformidad brillaba en los corazones de todos los seres.

Un día las figuras se dieron cuenta de su problema y decidieron empezar a llevar una vida fácil y divertida y eso enfadó mucho a los controladores de figuras. Eran de otro planeta. Allí en su planeta solo había inteligencia y no tenían emociones. Vinieron a este planeta de vidas paralelas de  Azul  para evolucionar con los de este planeta.

Ellos lo único que querían era tener acceso a su vida y ser felices con lo que eran. Este movimiento como fue efectuado en vidas paralelas, empezó a afectar a Azul y Bolita de Luz decidió actuar.

Ahí es donde nuestra Bolita de Luz ayudó a los habitantes de Azul.

Ella aprovechando que Azul estaba pasando por un período de Ascensión Galáctica, empezó a regar a todas las ciudades y todos los campos de su hermosa luz.

Los habitantes de Azul no recordaban que ellos pudieran ser Co-Creadores y Dioses de su destino y empezaron con esta lluvia de luz a verse más luminosos, era como que ya no era necesario ir a trabajar para vivir y que podían vivir del aire, que podían comer sol. La palabra nueva que buscó para convencer tanto a los humanos como a sus paralelos en el planeta geométrico era: Inedia.

Inedia significa vivir sin consumir alimentos.

Al principio todos las figuras protestaron y dijeron que sus mayores siempre habían comido y que se iban a morir si cambiaban la creencia pero Bolita de Luz tenía mucha paciencia y les fue enseñando uno a uno a vivir del aire y del sol. Son auténticos alimentos para los seres de luz que eran los habitantes del planeta paralelo a Azul.

Si respiraban adecuadamente y sabiendo que eran dioses,  ya no tenían que trabajar y no tenían que llevar vida de esclavos.

Esto fue una revolución que afectó al  hermoso planeta Azul y para todos los planetas de vidas paralelas.

Todas las figuras empezaron a estar contentas de ser lo que eran. Ya no había envidia entre la esfera y la línea. Y el punto sabía que era muy importante siendo un punto.

Todos estaban satisfechos y en todo el tiempo  se dedicaban a ser más felices todavía.

Era la expansión del amor y de la luz.

Ya las personas mayores no se estaban peleando y a todos les gustaba llevarse bien.

Todo ello porque una Bolita exploradora galáctica decidió salir de su hermoso planeta.

Esto es una idea buena.

Cuando te aburras de tu vida sal de tu casa, de tu entorno, de tu país.

A lo mejor te pasa como a Bolita de Luz y puedes salvar una civilización.

Un abrazo de luz centelleante para todos los niños sonrientes que han leído este cuento de ese hermoso planeta Azul que está situado en la Vía de la Leche Cósmica.

Este primer cuento que acabo de terminar fue empezado hace muchos años.

Ahora me doy cuenta que todos formamos parte, ya las figuras todas son complementarias.

Y si es posible el amor en el mundo ahora en nuestro hermoso planeta Azul. Un ¡yuju! por todas las personas que lo están haciendo más hermoso y por las que lo están empezando a descubrir.

Paz y luz infinitas para todos los seres que así lo deciden.

Redactado por Teodora D. Reyes Sierra

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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2 respuestas a Mi primer cuento: Bolita de Luz, la exploradora galáctica

  1. Branka dijo:

    hola dorita, eres una poeta maravillosa, me encanto tu cuento, se aprende mucho leeyendo tu pagina gracias por darnos este regalo, un abrazo de luz
    branka

  2. dijo:

    Respuesta a Branka
    Gracias a ti por leerlo y gracias a ti por ver en mi lo que tú eres.
    Un abrazo de milagros.
    Dory.

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