Piensa antes de hacer algo en relación al cáncer

Karuna Jaggar es la directora ejecutiva de la organización Breast Cancer Action, una de las ONGs más activa e independiente a nivel mundial en la lucha por mejorar la atención sanitaria y la prevención del cáncer de mama. Al contrario que otras organizaciones, se financia fundamentalmente a través de contribuciones particulares y rechaza fondos de compañías que ganen dinero con la atención al cáncer de mama o que pueden tener actividades que aumenten su incidencia: empresas farmacéuticas y tecnológicas, organizaciones asistenciales, tabaqueras, petroleras o químicas (he intentado saber cómo se financia nuestra AECC y es completamente imposible; en un pdf con las cuentas del 2012 colgado en su página web se puede ver, si se tiene buena vista, que los ingresos propios que proceden de “promociones, patrocinadores y colaboradores”, supusieron en el año 2012 casi 25 millones de euros, cinco veces más que las cuotas de asociados y afiliados, y más de la mitad de todos sus ingresos. La identidad de los patrocinadores y colaboradores es una incógnita).

Breast Cancer Action también rechaza fondos que provengan del negocio del lazo rosa, es decir, de cualquier empresas que se haya dedicado a vender productos a través del apoyo a la causa del cáncer de mama – estrategia conocida en el mundo de la publicidad como cause-related marketing – y que hace de esta organización una activista contra la filantropía interesada.

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“El lazo rosa es una maniobra de distracción que en nada ayuda a las mujeres que mueren de cáncer de mama” o “la benevolencia de las multinacionales genera acciones con apariencia de cuidados más que soluciones verdaderamente útiles” son frases que aparecen en su campaña para la toma de conciencia de los ciudadanos acerca de la comercialización del sufrimiento “Think before you pink” (piensa antes de ponerte un lacito rosa, podría traducirse).

Su visión es sorprendentemente amplia: “Pensamos que la epidemia del cáncer de mama es una crisis de salud pública pero también un asunto de justicia social“. Al contrario que otras organizaciones que quieren “lo último cuanto antes”, exigen a las agencias reguladoras que velen por la seguridad de las pacientes antes de introducir nuevos tratamientos contra el cáncer. Al contrario que otras organizaciones que ofrecen consejos para evitar la exposición a sustancias carcinogénicas, presionan a los gobiernos para que prohiban los productos carcinogénicos porque, creen, es más justo socialmente. Al contrario que otras organizaciones, ¡hablan de los determinantes sociales! (las injusticias económicas, raciales o culturales) como los que verdaderamente influyen en el diagnóstico y pronóstico del cáncer de mama y huyen del reduccionismo genético. Al contrario que otras organizaciones, se han posicionado claramente en contra de la mamografía de cribado.

Este es el artículo publicado recientemente por Karuna Jaggar, su directora ejecutiva, en The Guardian
“¿Cómo vamos a tener la esperanza de conseguir el desesperadamente necesario progreso en la crisis de cáncer de mama cuando la corriente principal del movimiento del cáncer de mama continúa impulsando una agenda obsoleta y científicamente desacreditada? La evidencia ha ido en aumento y ha llegado el momento de repensar radicalmente los principios del movimiento de concienciación del cáncer de mama ya que es claro que la filosofía fundamental que existe detrás de la “detección temprana” es errónea.

Como directora ejecutiva de una organización de cáncer de mama, esperaría que las principales organizaciones oncológicas de nuestro país fueran las primeras en seguir a la ciencia y poner la salud de las personas por delante de los intereses industriales creados. Pero como jefa del organismo de control nacional para la lucha contra el cáncer de mama, veo que la poderosa evidencia no puede superar los intereses creados por muchas de las más grandes organizaciones sin fines de lucro contra el cáncer del país – como la Sociedad Americana del Cáncer (ACS) y la Fundación Susan G. Komen – que continúan presionando para que las mujeres se realicen mamografías sin precaución (Nota del Traductor: todo lo anterior aplicable a nuestra Asociación Española Contra en Cáncer-AECC).

Este mes, el New England Journal of Medicine publicó unas muy firmes conclusiones de la Junta Médica de Suiza: la mamografía de cribado es “difícil de justificar”. Este artículo fue posterior a la publicación en febrero en el British Medical Journal del mayor estudio sobre la mamografía realizado hasta la fecha, que informó de que el cribado de mujeres sanas con la mamografía para detectar el cáncer de mama – antes de que fuera palpable – no disminuyó la mortalidad de mujeres con riesgo promedio de entre 40 y 50 años .

Evaluando la utilidad del cribado poblacional del cáncer de mama, la ausencia de beneficio se ve agravada por la evidencia de daño: el 21,9% de los cánceres de mama que se encuentran a través de la mamografía de cribado representa un exceso de diagnóstico, de acuerdo con la Junta Médica de Suiza. Esto significa que una de cada cinco mujeres a la que le dijeron que tenía cáncer de mama después de la mamografía de cribado recibió tratamiento innecesario. La implicación de estos resultados es que decenas de miles de mujeres en los EE.UU. cada año se han sometido a cirugía, radiación y quimioterapia por un cáncer que no amenazaba la vida.

¿Por qué, entonces, los organismos principales del cáncer como ACS , Komen (o la AECC) la siguen diciendo que “la detección temprana salva vidas”? Su mantra no ha cambiado a pesar de la certeza creciente de que tales afirmaciones están sesgadas y desequilibradas.

La perspectiva publicada por el New England Journal of Medicine (NEJM) se deriva de la revisión por un panel multidisciplinario independiente de los datos alrededor de la mamografía de cribado y concluye que “proporcionar información clara y objetiva, la promoción de la atención adecuada y evitar el sobrediagnóstico y sobretratamiento serían una mejor opción que promover los programas de cribado de mamografía”.

Sin embargo, la corriente principal del movimiento del cáncer de mama, que se financia en gran parte por los lacitos de color rosa y se centra principalmente en los programas de detección temprana, no ha respondido a los cambios basados ​​en la evidencia en sus posiciones y materiales educativos. Los sitios web de ACS y Komen continúan empujando con entusiasmo a las mujeres de 40 años a hacerse mamografías sin una mención a los daños de los programas de cribado. De hecho, la Sociedad Americana del Cáncer ofrece a enviar a las mujeres un “correo recordatorio de su mamografía” y así hacer crecer su propia – y potencialmente rentable económicamente- lista de correos electrónicos.

Después de años de campañas del lacito rosa, un estudio NEJM señala que muchas mujeres en los EE.UU. sobrestiman su riesgo personal de cáncer de mama. Además, sobrestiman en mucho el beneficio de las mamografías. Las mujeres creen que su riesgo de morir de cáncer de mama es el doble si no se someten a una mamografía regular. Sin embargo, los datos muestran que no hay evidencia de que el cribado mediante mamografía de rutina para las mujeres con riesgo promedio salve vidas.

¿En qué momento vamos a parar esta locura, hacer un balance de lo que dice la ciencia y reconocer que la mamografía de cribado generalizado para las mujeres que no son de alto riesgo no es la respuesta a la epidemia de cáncer de mama?

¿Cuándo vamos a exigir a nuestras asociaciones de cáncer un estándar científico superior y hacerlas responsables por difundir un mensaje científicamente sesgado?

Y ¿vamos a cuestionar alguna vez qué hacemos en realidad con los miles de millones de dólares gastados en las mamografías de detección?

A pesar de liderar en el mundo el gasto en salud, los EE.UU. tienen peores resultados en salud. Dado que los estudios y análisis sobre la mamografía de cribado siguen poniendo en duda esta estrategia, suponemos que habrá una tendencia cada vez mayor en Europa para eliminar la mamografía de cribado basado en la población de mujeres sanas con un riesgo promedio de cáncer de mama. Sin embargo, aquí en los EE.UU., la mamografía sigue siendo el fundamento de la corriente principal del movimiento del cáncer de mama; durante más de 30 años se nos ha dicho que la detección temprana es la solución a la epidemia del cáncer de mama.

La evidencia está ahí. Nunca vamos a abordar y poner fin a la epidemia de cáncer de mama simplemente a través de la mamografía de cribado. El problema no es simplemente la herramienta sino la filosofía básica de la detección temprana.

Nuestras opciones de salud están impulsadas por la expectativa de que van a mejorar y extender la vida, sin embargo, la mamografía no hace ninguna de las dos cosas. En lugar de ello, el cribado basado en la población ha creado una población de mujeres “supervivientes” sobre-diagnosticadas de mama sin que realmente se haya llegado a salvar sus vidas.

Como cada mujer evalúa sus decisiones de salud , debemos asegurarnos de que todas tenemos acceso a información imparcial, libre de conflictos de interés y de la pesada carga de los intereses creados”

Fuente.:http://www.nogracias.eu/2014/05/02/think-before-you-pink/

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